2. ODA AL PADRE DEL CAMPO.

Sí, son las cuatro de la madrugada,
y sin la ayuda de un despertador,
te levantas de un sueño acogedor,
y ves a los lados y no ves nada.


Sí, tu casa de madera apagada,
y tus muebles de tronco sin ardor,
sólo hieren tu orgullo y hurtan tu valor,
y te hacen sentir que no vales nada.


Luego sales de tu derruida casa,
a aspirar el aire de la mañana,
y al ver a la naturaleza en masa,


tu vida se hinche de nuevo de ganas,
pues día a día con tu faena abrazas,
a la Tierra cual verdadera hermana.


AÑO DE CREACIÓN: 2010.
AUTOR: Mariano Reyes.