4. ODA A LA MADRE MENDIGA.

Ahí estás, tirada en una fea calle,
y tus pequeños hijos te acompañan,
te piden agua desde en la mañana,
y sólo esperas del mundo un detalle.

Tiendes tu mano buscando la llave,
que a tus hijos dé el rico pan que extrañan,
mas no te dan nada y tu ánimo empañan,
llenando de pena tu aciago valle.

Pasa el día y tu calvario no acaba,
pues no tienes a dónde refugiarte
y evocas aquel parque en que jugabas,

y que por fácil terapia cambiaste,
mas aún puedes romper las aldabas
de esa arca, vuelve tu vida a ganarte.

AÑO DE CREACIÓN: 2010.
AUTOR: Mariano Reyes.