En ropa interior está la montaña,
verano aún es y su piel bronceada,
con deseo aguarda a la tromba sagrada,
y cuánta tranquilidad verla entraña.
Luego cae el agua y con deseo se baña,
se quita esa ropa interior gastada,
y luego se pone verde frazada,
que trasluce a la más nimia alimaña.
Y las aves que en ronco árbol reposan,
no dejan de bien cantar y cantar,
y con el sobo del viento retozan.
Yo no dejo de pensar y pensar,
soy alegre por la montaña que goza,
y que nuevo verde vuelve a mostrar.
AÑO DE CREACIÓN: 2010.
AUTOR: Mariano Reyes.